Columna Lunes 14

Una despedida a mis compañeros de curso


Dentro de unos días el curso llegara a su fin, casi al final del otoño, cuando el manto blanco de la nieve hace presencia en las cumbres de las altas montañas.
Y del centro de ASPAYM 14 monitores saldrán por la puerta, como una suave brisa otoñal remolina las hojas caídas y cada una se mueve en distinta dirección, así nosotros nos moveremos por caminos distintos y tras nuestros pasos quedara una pequeña huella, y un recuerdo muy pequeño en un rinconcito de nuestro cerebro quedara grabado, el momento vivido en este corto espacio que fue este curso de “MONITORA DE OCIO Y TIEMPO LIBRE EXPECILISTA EN DISCAPACIDAD”.
Unos días donde el tiempo parecía detenerse por unos instantes y las tardes volaban como un pájaro emigratorio, en esas tardes donde hemos aprendido a través de una profesora que aunque se una tierna rosa de invernadero dada a su juventud pero con un gran carisma, que con su humildad, paciencia y tesón ha sacado lo mejor de nosotros y que ha pulido como de un diamante en bruto fuera, y que como niños grandes hemos sido aplicados en nuestra lección.
Atrás quedaran las duras y dormilonas charlas de la profesora, y las dinámicas y juegos donde tanto nos reíamos y nos hacia las tardes más amenas, las columnas que nos hacía ser escritores por un momento y expresábamos nuestro día a día a veces un poco poéticas , otras veces con un poco de humor y esas donde también cabía un poco de arte y música, debates que parecían no tener fin y sacaba nuestras distintas opiniones y nuestra razón de ser, La hora del café y los dulces que unos u otros traían o las famosas trufas de mercadona.
Los talleres donde por unos momentos fuimos como un profesor explicando la lección con gran objetividad y explicando cada paso de su taller con gran creatividad donde podíamos bolar nuestra imaginación más allá de lo imaginario y daba gran emotividad y alegría y , nuestro primer blog donde dábamos rienda suelta atreves de nuestras fotografías, comentarios y esas columnas que tan maravillosamente deleitamos en la clase y la subíamos al blog como si de un trofeo se tratase .
Tampoco dejaremos en el tintero el poco tiempo que tuvimos de fisioterapia y enfermería donde a mí se me ponían los pelos de punta y un nudo en el estómago, ya que recuerdos de esto 6 años luchando por una larga enfermedad afloran en mi mente mientras Orfe le encantaba y parecía haber encontrado la horma de su zapato y que gran enfermera seria.
La emotividad y la alegría que trasmitía el guitarrita de la clase, el humor y los juegos divertidos de Eloy, el inquieto hiperactivo de la silla Luisma ,Mariana que con su acento marcado argentino nos cautivó a todos y su bolsita donde guarda sigilosamente todas sus preguntas del día a día, Los más maduritos que de vez en cuando daba algún consejillo a las flores más tiernas del invernadero de este curso, los temidos exámenes pero que ella nos daba un pequeño empujoncito y hacia lo imposible en posible, lo que sí es causa de gran admiración los aplausos cuando hacíamos algo bien que para nosotros era como sentir el tintineo de una campañilla.
Pero el tiempo que duro este curso, hemos aprendido a planificar, acordinar en equipo y hemos aprendido de una manera de ver lo que realmente y brevemente es la discapacidad y el ámbito de este colectivo, atreves no solo por lo que teoría se refiere sino a la práctica que hemos hecho hasta ahora, esto es lo que la profesora nos trasmitió y nos aprendió.
Ahora somos nosotros los que trataremos de desempeñar esta labor lo mejor posible e intentar transmitir lo que hemos aprendido, eso sería nuestra gran recompensa.
Hoy me despido de lo que fue una fugaz amistad que paso como si fuera una estrella en el firmamento.
Pero sí que estos recuerdos para los que aún son muy jóvenes con el pasar de los años solo quedara un hilo fino y delgado recuerdo, pero los que ya somos más maduritos se clavara más profundo este grato recuerdo y espero que en los años que pase no se nos borre de nuestra memoria y que la tan temida sombra negra, no toque en nuestra puerta de los recuerdos y borren los pocos momentos de este curso.

Adiós y espero que la vida os depare lo mejor, porque cada uno de vosotros tenéis algo que aportar a la vida y que dios os guie por el mejor sendero y esto lo dijo con el corazón en la mano, porque vosotros a veis llegado al fondo de él. Anima Animus para todos.

Pintora Yolanda