Un martes y 13 cualquiera, empezamos a crecer. A partir de la fecha, y hasta finalizar el curso, creceremos tanto, tanto, y tan bien como animadores y como personas; que hasta Rufino* se animará a repetir el curso con los próximos sacos de huesos que vayan llegando.
Hablando del curso en sí mismo, ya el primer día nos mantuvimos despiertos. Esto pinta bien, porque si nos fijamos en el horario que tiene, es difícil vencer a la siesta, ese deporte tan español...
Además de movernos, plantamos un huerto. ¡Con lo que me gusta a mí la jardinería! Ya es un triunfo.
También intercambiamos información de cada uno y dimos opiniones. Hemos intercambiado hasta los roles de trabajo. Aquí estoy, por ejemplo, sosteniendo una columna, con el peso que eso ya conlleva.
Y por último, para no robaros mucho tiempo, repetir un comentario de la compañera Mariana: "Somos unos afortunados" Después de hacer la selección unos ciento y pico de personas, aquí estamos nosotros seleccionados, para aprovechar todo lo que esté a nuestro alcance.
Me siento como una manzana de primera calidad, seleccionada para elaborar la mejor sidra asturiana.
*Rufino, nombre del esqueleto que teníamos en clase esa tarde.
Fany, que se te ha olvidao firmar la columna.
ResponderEliminarFdo. Fany
xD