En un lugar de la Calle Roma, de cuyo nombre no quiero olvidarme jamás, empezó mi andadura hacía algo desconocido, pero muy ilusionante.
Llegamos 13 personas un poco perdidas y expectántes, ¿que compañeros tendré?, ¿me gustará el curso?, ¿se me hará pesado?, ¿como será la profesora?..........pués resulta que nos esperaba a la entrada, su cara era sonriente, sin lugar a dudas era una buena anfitriona, su mirada era clara, aunque tenga los ojos negros, iba vestida con un mono de flores, acompañado con un cinturón marrón a la altura de la cadera, pensé, !que mona es ésta chica!.
Fuimos llegando unos tras otros, bueno en realidad creo que fuí la penúltima. Hicimos una toma de contacto entre todos, y de repente me ví en un mini zoo, ya que todos éramos animales, ahí empecé a sentirme bien. Tenemos una hiena-llama que sonrie de continuo, la tengo muy cerca, me aporta tranquilidad y calor con su lana si tengo frío, cosa que por el momento no ha ocurrido, lo sustituye por su cálidad sonrisa, y eso que dicen que las hienas no son asertivas!!, su parte de llama aún no me ha escupido, pero no me importaría, igual me queda la piel como el culito de un bebé.
A mi derecha tengo a una de las nuevas incorporaciones, eso me ha hecho comprender que somos 14, ya que este compañero viene con el ánimal que lleva dentro, más una mochila llena, pués bien, resulta que su deseos eran desaprender -ahí me dió la mejor idea, debía de desprenderme del lastre que llevaba conmigo-., aún no nos lo ha presentado, pero se intuye que es muy sensible y se esconde, tengo/tenemos muchas ganas de conocerlo. El otro un tal JMan, es auténtico, original, no sé aún bien quién és el uno, o el otro, creo que me gustarán los dos, por lo que hemos comprobado no nos desfraudarán, y eso que nos ha dejado descorazonados y descerebrados, pero no lo suficiente.
Luego tenemos un pajarito que, le he comparado con un colibrí, porque ésta especie es tímida, trabajadora, luchadora y muy fuerte, el colibrí Heliactin bate sus alas a una velocidad de 90 veces por segundo, 5.400 veces por minuto..así de trabajador es nuestro lindo pajarito.
Tenemos a un perro fiel, su mirada dulce me enternece, tiene el pelo suave, brillante y muy bonito, es pausado, culto, creo que ha leido varias veces el Libro de La Selva, su sabiduría le precede. Cuando me vaya para el Norte, esa zona de donde dicen nunca se regresa, quiero ser perro.
Pasamos a la hormiga alada, dicen, se comenta, se rumorea que tiene las alas "apalomadas" , callada, dulce, excelente trabajadora, y que siempre tiene una sonrisa para todos, nos ayuda cuando no conectamos con el blog de la selva. Hormiga tenía que ser!!.por lo tanto, imprescindible.
Ante cualquier despiste, o desorientacion en este viaje a veces lleno de lagrimas, no pasa nada, ya que la gaviota nos pone sobre aviso de que la costa está cerca, no hay peligro de naufrágio. El Condor sobrevuel alto, porque me da la sensación de que tenía miedo posarse en nuestro rincón de ensueño, venía dolorido, sus heridas aún le pasan factura, pero su vista privilegiada nos evita muchos peligros, hay mucho cocodrilo al acecho, !! que miedo!!., es un gran pintor, le diré que no cambie los colores del arco iris, ya que vuela tan cerca de él; protege a la linda mariposa, pués resulta que, para asombro del grupo, y aunque parezca extraño, ésta delicadeza dá unos golpes con esas alas tan supuestamente frágiles y llenas de uñas, que tumba a quién se le pone chulo delante, que extraña y descorcentate es ésta fauna, los fuertes son débiles, y los débiles son fuertes. Habrá que hacer un estudio.
También tenemos un mono, ha estado quieto, muy tranquilo, cosa extraña en los simios, pero últimamente empieza a bajar de esa rama tan alta donde se sentía protegido, hasta!! trasnocha¡¡ y le gustan los caballos, pero no los equinos, sinó de los que hacen un ruido más o menos así, purumpurummmm, no sé de que tipo de animal se trata, en éste zoo-selva nunca se ha escuchado nada similar, creo que se lo tengo que preguntar.
Nos falta el gato, que ahora está triste y azúl, y a pesar de su independencia, creo que nos echa de menos, necesita nuestros mimos, y nosotros su ronroneo, de lo que se deduce que, éste no nos ha salido solitario, ni arisco, todo lo contrario, por eso dicen que un familiar de él, el león, no es tan fiero como lo pintan.
Me gusta mucho la alegría de la lagartija, aporta felicidad y eso que está indignada, ójala todo el mundo indignado fuese como ella, tiene la capacidad de que si la pisan la colita se regenera, habrá algo más bonito que pasar por esta metamorfosis y seguir sonriendo? eres admirable lagartija inquieta y biciclera!!
Llegamos a nuestro docil caballo, ¿quien ha dicho que no sonrien?, tiene una crin maravillosa, larga, plateada, dicen las malas lenguas que tiene una descapacidad porque lleva gafas y es miope, en cuanto lo escuchó, el caballito relinchó. El nos lleva siempre al trote, nunca al galope, quiere y desea que observemos todo lo que el camino nos ofrece, es silencioso y prudente, creo, no, estoy convencida que, quién tenga la suerte de subir en su lomo recorrerá caminos maravillosos a lo largo de la vida.
También tenemos un asno, no le gusta que le llamen burro, aunque signifique lo mismo, sus motivos tendrá, por muchas leyendas urbanas que haya en su contra, éste animal es noble, tozudo, leal, fiel...y dicen que dan vueltas, vueltas buscando esa camino que cree haber perdido, sin darse cuenta que lo tiene al alcance de la mano, que prefiere que le llamen asno, que no burro, para no demostrar todo el potencial de buenos sentimientos que lleva dentro, los palos que llevan estos animales no valen para nada, los sufren en silencio, y siguen su camino, buscando una caricia perdida y añorada de alguién que ya no está ni cerca ni lejos, solo no está, o, si? estoy segura que algún día sentirá una sensación placentera parecida a una carícia, bien en una ola, en una ráfaga de áire, donde menos se imagine, entonces dejará de luchar, se detendrá, descansará y posiblemente sonreirá.
Me falta lo más descorcentate junto la hiena-llama, resulta que tenemos una abeja reina que quería ser hormiga, y me pregunto:¿que sería de nosostros sin esa abeja-reina-hormiga, que nos protege de continuo en ese dulce y a veces amargo panal que ha creado?, mis queridos compañeros de zoo, darme vosotros la respuesta. La mia, es que me sentiría perdida en ese huerto en el que plantamos nuestros sueños, nuestras ilusiones, nuestras metas. Ella como buena lider, nos guia cuando no vemos, cuando no oímos. Cuando la linea de la vida se me hizo quebrada, gracias a ella no me rendí, y aunque no lo sepaís, también gracias a vosotros; no debes taparte los ojos cuando las emociones te desbordan, me dijo el perro sabio; me habeís enseñado a reir más de lo habitual, y a salir de la zona de Confort para bailaros CON "El Corazón Contento".
Y como no soy poeta, os cambio el aplauso por una buena pedorreta.
Gracias a todos.
Cristina.
Pd. Nuria, Laura ya he hecho mi columna, ya no os podeís chivar a la "Siiita"